La oferta de deporte

La vertiente de la oferta, en el caso del deporte, viene configurada por una combinación de tres tipos de oferentes (recuadro 1):

• sector público: orientado a la corrección de los fallos del mercado. Como se ha indicado anteriormente, la intervención pública puede concretarse en la oferta directa (producción pública) o bien en la subvención de actuaciones privadas.
• sector privado no lucrativo (sector voluntario): puede ser un proveedor más eficiente que el sector público cuando hay demandas heterogéneas, al lograr una adecuada información sobre las demandas de los consumidores.
• sector comercial: orientado a la obtención de beneficios. Para el empresario, lo relevante es la oportunidad de negocio en la actividad deportiva.

La tipología de la oferta deportiva es ciertamente amplia, una vez que se incorporan distintos criterios y aspectos relevantes, entre los que cabe incluir los objetivos (recuadro 2). Los objetivos perseguidos por los distintos oferentes deportivos son diversos. En el caso de los clubes profesionales, se contraponen el de maximización del beneficio (mayoritario en los clubes estadounidenses) y el de la maximización de la utilidad (maximización del número de partidos ganados, con independencia de la situación financiera, o bien con sujeción a una restricción de beneficios mínimos o de pérdidas máximas), más frecuente en Europa. 

La búsqueda de objetivos ofrece numerosas manifestaciones del problema que los economistas denominan del principal-agente: el principal se identificaría con el propietario de un club; el agente, con el gestor. El problema radica en que al principal le cuesta trabajo controlar si las acciones del agente van encaminadas a la defensa de los intereses del propietario (beneficio y equilibrio patrimonial) o a los del propio gestor (éxito deportivo). El análisis de la oferta deportiva no puede hacer abstracción en modo alguno de la influencia de un amplio elenco de personas o entidades que actúan en el entorno y que se rigen por intereses propios (recuadro 3).