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Estos contenidos están tomados de la siguiente publicación: “Los
aspectos económicos del deporte”, José M. Domínguez, Colegio de
Economistas de Málaga, 2006.

La vertiente de los costes

Si nos centramos en la vertiente de los costes de un club deportivo profesional, son numerosas las cuestiones planteadas. A continuación se repasan algunas de las más representativas:

  • El gráfico del recuadro 1 muestra la estructura de los gastos de un club de baloncesto representativo de la máxima competición española, y está tomada de un estudio realizado en el año 2000 para dos entidades que analizaban la posibilidad de patrocinar un equipo. Cuando se hizo el informe, el presupuesto medio rondaba los 3 millones de euros. Hoy día, dando lugar a lo que constituye una paradoja digna de estudio, pese al retroceso en los derechos de televisión, el presupuesto se ha multiplicado para muchos clubes por 3 o por 4. Como puede apreciarse, el coste de los jugadores representa (incluyendo primas) más de los dos tercios del total.
Recuadro 1
  • En el recuadro 2 se ofrece la estructura típica de los costes totales de contratación de un jugador profesional. Puede verse cómo el salario neto de impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), como se suele contratar a los jugadores extranjeros, roza el 40%1. En contraposición, a los jugadores nacionales se les contrata en función de un salario bruto. Esta situación puede llevar a propiciar fenómenos de ilusión financiera cuando se compara el coste aparente de uno y otro jugador.
Recuadro 2
  • Evidentemente, a la hora de contratar a un jugador, la variable relevante a considerar es el coste total para el club. A título de ejemplo, un contrato de un jugador residente de 500.000 euros (netos de impuesto) implica un coste total de prácticamente el doble para el club (recuadro 3).
Recuadro 3
  • ¿Tienen sentido las enormes diferencias salariales existentes entre los deportistas profesionales de élite y otros profesionales cualificados como, por ejemplo, los profesores universitarios? La explicación de este hecho radica, como han puesto de manifiesto Rosen y Sanderson (2001), en la existencia de un “efecto escala personal de operaciones” en el deporte en comparación con otros empleos: 
  • La renta de un profesor está limitada por el pequeño número de estudiantes que puede ser enseñado en una clase: aunque el valor por estudiante es muy alto, la posibilidad de obtener una elevada renta es pequeña porque la escala de un negocio personal de un profesor está muy reducida.
  • En los deportes, los valores unitarios de cada cliente son pequeños, pero esto se ve más que compensado por el gran volumen personal de negocio que un jugador genera de una economía de escala.
  • Aunque el IRPF es formalmente un impuesto directo, en la práctica puede llegar a convertirse en un impuesto indirecto que algunos jugadores logran trasladar a los clubes. Además, se viene observando cómo las ventajas fiscales para los clubes de contratar a jugadores no residentes o que pasan a tener su residencia en España (tributación al 25%, en lugar de al 45%, tipo marginal máximo) pueden tender a desaparecer en la medida en que se produzca un ajuste en la retribución neta, de forma que se equipare el coste final con el de un jugador residente, como se puede ver en el siguiente ejemplo (recuadro 4): una retribución neta de 100 tiene un coste de 180 para el club, si el jugador es residente, y de 133, si es no residente. Un jugador que tribute al 25% podría aprovechar su ventaja, si tiene suficiente poder de mercado, para elevar su retribución neta en un 35%.
  • El interés del público por las retribuciones de las estrellas deportivas y la relativa indiferencia por las de otras profesiones con gran notoriedad social es otra cuestión que merece ser analizada. Aparte de otros posibles factores, sin duda alguna, el hecho de que los deportistas tengan una actuación en directo ante un público (amplificada por el seguimiento de los medios de comunicación), y que condiciona unos resultados indeterminados a priori, tiene bastante que ver al respecto.
Recuadro 4

1 Este porcentaje depende, no obstante, de la importancia de las retribuciones en concepto de derechos de imagen.

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