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#14 Conclusiones. 13 atletas que quebraron y lo que podemos aprender de sus errores

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La mala gestión financiera y la dificultad o la imposibilidad para atender las obligaciones financieras contraídas también se pueden presentar entre los atletas profesionales. Estos deportistas pueden llegar a ganar grandes cantidades de dinero en un corto período de tiempo, pero no siempre tienen la educación financiera necesaria o reciben el adecuado asesoramiento para manejar ese dinero de manera correcta y efectiva.

Como resultado, muchos atletas terminan gastando más de lo que ingresan, invirtiendo en negocios arriesgados o confiando en asesores inadecuados. En esta serie de artículos se ha presentado la historia de trece atletas profesionales que no gestionaron apropiadamente sus finanzas, y se analizaron los errores que cometieron. El objetivo es que otros atletas (y usuarios de servicios financieros, más en general) puedan aprender de ellos.

#1. Mike Tyson: enlace.

Mike Tyson, célebre boxeador y antiguo campeón mundial de peso pesado, es un ejemplo de cómo una mala gestión financiera puede conducir a la bancarrota, incluso tras ganar cientos de millones de dólares. A lo largo de su carrera, que se extendió desde 1985 hasta 1998, Tyson gastó en exceso en lujos, tuvo problemas legales muy costosos y confió en asesores financieros inadecuados. Este comportamiento lo llevó a declararse en bancarrota en 2003.

Tras su retirada en 2005, Tyson se reinventó a través de varias iniciativas, incluyendo una carrera como actor, podcaster y conferenciante motivacional. También fundó una exitosa empresa de producción de cannabis. A pesar de sus desafíos, la historia de Tyson ofrece una importante lección para los atletas sobre la importancia de la educación financiera y el manejo prudente del dinero.

#2. Allen Iverson: enlace.

Allen Iverson, exjugador de baloncesto profesional, vivió una historia de éxito deportivo que se vio ensombrecida por las malas decisiones financieras y por un estilo de vida derrochador. Ganando inmensas sumas de dinero en un corto período, gastó de forma imprudente en lujos y en juegos de azar, y prestó apoyo financiero a su entorno, sin tener en cuenta la duración de su carrera y sus ingresos.

La ausencia de planificación financiera y gestión responsable, además de la contratación de préstamos de alto interés e inversiones no rentables, resultaron en problemas legales, el embargo de bienes y, finalmente, la bancarrota. La historia de Iverson subraya la importancia de la educación financiera, la planificación a largo plazo y la contratación de asesores financieros confiables, especialmente para aquellos con altos ingresos en un corto periodo de tiempo, para garantizar un futuro financiero estable.

#3. Antoine Walker: enlace.

Exjugador de baloncesto profesional, el cual se declaró en bancarrota a pesar de haber ganado más de 100 millones de dólares durante su carrera. El despilfarro, las malas inversiones y el apoyo financiero a su entorno llevaron a Walker a la insolvencia.

Desde su bancarrota, Walker se ha convertido en un defensor de la educación financiera, ofreciendo consejos sobre el ahorro, la inversión inteligente y la importancia de contar con asesoramiento financiero profesional. Su historia es un recordatorio de los desafíos financieros que enfrentan muchos deportistas profesionales y de la importancia de la gestión responsable del dinero.

#4. Curt Schilling: enlace.

El ex lanzador de béisbol profesional Curt Schilling, famoso por su talento pero también por su personalidad controvertida y sus problemas financieros, es otro ejemplo de atleta que afrontó una bancarrota tras su retirada deportiva. Schilling, pese a acumular más de 115 millones de dólares durante su carrera deportiva, perdió toda su fortuna en un intento fallido por convertirse en un magnate de los videojuegos.

Su compañía, 38 Studios, se declaró en quiebra tras lanzar un solo videojuego y Schilling perdió no solo su inversión personal de 50 millones de dólares, sino que también desatendió el pago de un préstamo estatal de 75 millones de dólares. Su historia pone de manifiesto la importancia de una gestión financiera efectiva, una planificación cuidadosa y una investigación exhaustiva antes de emprender grandes proyectos.

#5. Evander Holyfield: enlace.

Reconocido exboxeador, y campeón de peso pesado, es otra figura emblemática en el deporte que enfrentó serias dificultades financieras después de su carrera. A pesar de la gloria y los ingresos significativos durante su carrera, Holyfield declaró la bancarrota en 2008, tras una serie de malas inversiones, gastos extravagantes y problemas legales. Invertir gran parte de su fortuna en bienes raíces, incluyendo una mansión de lujo en Atlanta, junto con problemas legales relacionados con la pensión alimenticia de sus hijos, condujo a su bancarrota.

La gestión inadecuada de sus finanzas personales lo llevó a vivir en un modesto apartamento a sus 57 años, con la mayoría de sus millones desvanecidos. La historia de Holyfield destaca la necesidad crucial de una gestión financiera prudente y de una planificación a largo plazo.

#6. Vince Young: enlace.

El destacado quarterback universitario Vince Young, que amasó una fortuna durante su carrera en la NFL, terminó en bancarrota debido a sus hábitos de gasto excesivo y la mala administración de sus finanzas. Gastaba miles de dólares a la semana en restaurantes, hizo inversiones imprudentes y dejó la gestión de su patrimonio a asesores de confianza sin supervisión adecuada.

Al declararse en bancarrota en 2014, Young descubrió irregularidades y fraudes en sus finanzas, lo que pone de relieve la importancia de la educación financiera, la supervisión personal y la responsabilidad en la administración del dinero. Después de su bancarrota, Young hizo cambios positivos, incluyendo la contratación de un nuevo asesor financiero y el inicio de nuevas aventuras empresariales. Su historia sirve de lección para otros atletas y personas con altos ingresos sobre los peligros de la falta de disciplina financiera.

#7. Mark Brunell: enlace.

Mark Brunell, exjugador profesional de la NFL, experimentó esta situación a pesar de haber ganado una fortuna considerable durante su carrera. Invirtió millones en varias empresas, incluyendo una cadena de hamburguesas y el sector inmobiliario, pero perdió todo debido al colapso del mercado de la vivienda en 2008 y a la insolvencia de su negocio de comida rápida.

En 2010, se declaró en bancarrota, poseyendo sólo 5,5 millones de dólares en activos frente a una deuda de 24,8 millones. La historia de Brunell sirve como un recordatorio de la importancia de la diversificación de inversiones, el conocimiento y experiencia en gestión financiera y un plan a largo plazo.

#8. Terrel Owens: enlace.

A pesar de una brillante carrera en la NFL, Terrell Owens cayó en bancarrota debido a malas decisiones financieras. Owens confió en asesores financieros deshonestos, invirtió en empresas de alto riesgo y vivió más allá de sus posibilidades.

La debacle financiera de Owens sirve como una advertencia para otros atletas y personas de alto patrimonio, destacando la importancia de comprender nuestras inversiones, controlar nuestros gastos, elegir asesores financieros confiables y planificar a largo plazo. A pesar de tener una fortuna estimada en 80 millones de dólares en su mejor momento, Owens ahora tiene un patrimonio neto de alrededor de 500.000 dólares.

#9. Bernie Kosar: enlace.

Bernie Kosar, ex quarterback de los Cleveland Browns y empresario, pasó de una carrera deportiva lucrativa y un éxito empresarial a la bancarrota en 2009. Destacado en su juventud con los Miami Hurricanes y elegido por su equipo local, los Cleveland Browns, Kosar tuvo una carrera moderadamente exitosa en la NFL, ganando un anillo de Super Bowl con los Dallas Cowboys y reuniendo una fortuna de alrededor de 20 millones de dólares.

Sin embargo, una serie de inversiones fallidas, importantes deudas y la manipulación financiera de su propio padre llevaron a Kosar a la bancarrota, con un saldo bancario de tan solo 44 dólares en su punto más bajo. Su historia ilustra la necesidad de una gestión financiera prudente, la importancia de la planificación a largo plazo y los peligros de depositar una confianza ciega en terceras personas, incluidos los familiares más cercanos.

#10. Johnny Unitas: enlace.

Johnny Unitas, célebre quarterback apodado «El Brazo de Oro», es recordado por su destreza en el fútbol americano. Tras su retirada, a pesar del estrellato deportivo, Unitas enfrentó severas dificultades financieras al invertir en una empresa de placas de circuito impreso, National Circuits, campo desconocido para él, que posteriormente fracasó.

Su experiencia sirve como una lección crucial sobre la importancia de la educación financiera y un asesoramiento adecuado al explorar inversiones, especialmente en sectores desconocidos, para evitar decisiones precipitadas que pueden llevar a pérdidas financieras significativas. La evaluación de la industria, el análisis de los estados financieros, el asesoramiento profesional, la gestión de riesgos, la paciencia y el conocimiento de conceptos básicos de la inversión, son aspectos clave para considerar al invertir.

#11. Boris Becker: enlace.

Boris Becker, sensación del tenis al ganar Wimbledon a los 17 años, se vio envuelto en problemas legales y financieros décadas después de su glorioso debut. A pesar de una carrera destacada que incluyó múltiples títulos de Grand Slam y una reputación formidable en la pista, Becker se declaró en bancarrota en 2017, acusado de ocultar activos, resultando condenado por violar las leyes de insolvencia del Reino Unido.

Además de sus problemas financieros, su vida personal mantuvo a Becker en los titulares, a menudo por razones controvertidas. Su historia sirve como un recordatorio de la importancia de una gestión financiera eficaz, una inversión informada, el cumplimiento de las obligaciones fiscales y la selección diligente de asesores financieros, independientemente de la riqueza o el estatus que uno pueda tener.

#12. Quini: enlace.

Enrique Castro González, «Quini», fue una figura icónica del fútbol español en las décadas de 1970 y 1980, jugando para el Sporting de Gijón y el FC Barcelona, y obteniendo siete Trofeos Pichichi en su carrera. Su vida estuvo marcada por episodios impactantes, incluyendo un secuestro en 1981 que sacudió a España y desafíos económicos derivados de malas inversiones. A pesar de sus adversidades, Quini mostró un espíritu resiliente, volviendo al fútbol tras su secuestro y dedicándose a actividades modestas luego de su retirada.

Finalmente, se convirtió en embajador del Sporting de Gijón y lanzó una fundación para ayudar a los niños necesitados. La historia financiera de Quini ofrece lecciones valiosas sobre la importancia de la diversificación financiera y la planificación para el futuro.

#13. Iran Barkley: enlace.

Iran Barkley, prominente boxeador de los años 80 y 90, se distinguió por su habilidad en el cuadrilátero, logrando victorias memorables como la obtenida en 1988 frente a Thomas Hearns y obteniendo títulos en diversas categorías de peso. Sin embargo, su éxito deportivo contrastaba con su vida financiera. Pese a los ingresos millonarios de su carrera, una educación financiera insuficiente, un estilo de vida opulento y gastos excesivos, desembocaron en problemas financieros serios después de su retirada.

Según el promotor Bob Arum, Barkley desperdició gran parte de su fortuna en juegos de azar. Generoso con su familia y amigos, también fue blanco fácil para personas que aprovecharon su bondad. A principios de los 2000, se encontraba sin hogar en Nueva York, y no fue hasta finales de 2010 que, gracias a organizaciones benéficas, logró mudarse a un apartamento y comenzar a reconstruir su vida.

Conclusiones

Las historias de estos destacados atletas, aunque trágicas en muchos aspectos, sirven como valiosas lecciones para aquellos que se encuentran en una posición similar. De Mike Tyson a Boris Becker, pasando por Allen Iverson y Quini, estos deportistas, a pesar de sus increíbles logros en el campo de juego, se enfrentaron a serias dificultades financieras debido a la mala gestión de su patrimonio o a circunstancias desafortunadas ajenas a su control.

En primer lugar, estos casos ponen de manifiesto la importancia de la educación financiera y la necesidad de un manejo prudente del dinero. La falta de conocimiento sobre cómo gestionar adecuadamente sus finanzas personales llevó a estos atletas a hacer inversiones arriesgadas (10/13 atletas), gastar en exceso (7/13 atletas) y, en última instancia, a caer en la bancarrota.

En segundo lugar, estas historias enfatizan la necesidad de asesoramiento financiero confiable y eficaz. Varios de estos atletas (6/13 atletas) confiaron en asesores financieros inadecuados que no tenían en cuenta sus mejores intereses como clientes.

En tercer lugar, la importancia de la planificación a largo plazo y la gestión financiera efectiva se destaca en cada una de estas historias. Muchos de estos deportistas no anticiparon el fin de sus carreras y no tuvieron un plan financiero para su vida después del deporte.

En cuarto lugar, estas historias subrayan el peligro de la falta de diversificación en las inversiones. Algunos de estos atletas perdieron enormes sumas de dinero en inversiones fallidas en un solo sector o proyecto.

En quinto lugar, el derroche y el estilo de vida extravagante también contribuyeron a la ruina financiera de algunos de estos atletas. El gasto excesivo, en ocasiones para mantener una imagen pública o para ayudar a amigos y familiares, resultó en una pérdida rápida de su fortuna.

En sexto lugar, estos casos demuestran que incluso los ingresos más altos pueden desaparecer si no se manejan adecuadamente. La bancarrota puede afectar a cualquiera, independientemente de cuánto dinero se genere, si se toman decisiones financieras poco conscientes.

En séptimo y último lugar, estas historias ilustran que, independientemente de las dificultades financieras que uno pueda enfrentar, siempre hay oportunidades para reinventarse y recuperarse. Muchos de estos atletas han encontrado maneras de recuperarse, ya sea a través de nuevas carreras, empresas, o incluso a través de la defensa de la educación financiera.

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